Dos reformas, dos arquitectos y un paraíso de muebles italianos, arte y diseño: así se transforma una vivienda del siglo XIX en una casa moderna
La gran librería de madera y hierro diseñada y fabricada a medida por Benjamin Bejorek cubre los laterales de una puerta corredera de cristal satinado y hierro que separa el íntimo salón con chimenea de la zona de estar más abierta, adyacente a la cocina. «El espacio más allá de las puertas correderas está reservado para la familia. Hay dos grandes espejos en las paredes, una alfombra extragrande y una hermosa chimenea. Un aspecto especial de esta habitación son las ventanas que mandé hacer a medida en Italia. Es una locura, pero me encantan». Y la cocina, el verdadero centro neurálgico, es donde los invitados suelen acabar las veladas: «me gusta cocinar para la familia y los amigos, todos acabamos quedándonos aquí y en el sofá frente a la isla de mármol».
Diseño personalizado y respeto a la historia
La decoración combina detalles de época, piezas de arte y mobiliario sofisticado en las dosis justas, todo sazonado con un toque italiano. «Cada rincón de esta casa ha sido diseñado ad hoc, como el volumen que da acceso a la zona de la cocina, revestido de madera, que esconde pequeños electrodomésticos y productos de limpieza. Está enmarcado por una serie de preciosos azulejos decorativos de cerámica creados para mí por el ceramista florentino Giovanni Vettori, ya fallecido».
Una de las principales directrices de la renovación fue respetar la arquitectura original del edificio, conservando los detalles históricos siempre que fuera posible. En la segunda reforma, Rostagno diseñó una escalera de madera y hierro que va de la planta principal a la tercera flanqueada por una pared revestida de estuco veneciano. “Este detalle arquitectónico marca el tono de la casa”.
El dormitorio es un oasis de paz donde destacan un gran espejo del tallista florentino Daniele Nencioni y la silla Gaudenzio, obra maestra de Giuseppe Rivadossi. Las paredes blancas crean el lienzo sobre el que se disponen cuidadosamente los muebles y las piezas de arte, elementos que difieren en origen, estilo y materiales pero que crean una armonía perfecta. «Me encanta apoyar a artistas al principio de sus carreras. Las paredes están llenas de obras de jóvenes en su mayoría desconocidos junto a otras de artistas ya consagrados».