El Barça de baloncesto atraviesa una crisis de resultados tras caer este martes en el OAKA ante el Panathinaikos (90-89). La cuarta derrota consecutiva de los de Joan Peñarroya, que no conocen la victoria desde el pasado 17 de noviembre, cuando ganaron al Valencia Basket (102-99) en un encuentro liguero.
En Atenas el Barça dio la cara y tuvo en su mano romper la mala racha de resultados, pero un decepcionante último cuarto acabó condenando a los azulgranas. Kendrick Nunn despertó al OAKA con sus triples y fue el principal artífice del triunfo local con 29 puntos. También resultó clave Mathias Lessort, que impuso su poderío bajo los tableros con 16 puntos y 8 rebotes.
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Todo se empezó a torcer con un triple sobre la bocina de Nunn al término del tercer periodo que estableció el 63-69. El receso espoleó a los locales, que igualaron el marcador en apenas 40 segundos del último cuarto con otros dos triples del estadounidense (69-69). Esta acción llegó tras una falta en ataque de Willy Hernangómez, la segunda pérdida de balón del pívot culé. Peñarroya, visiblemente enfadado con su jugador, pidió entonces tiempo muerto para frenar la sangría y dejó en el banquillo a Hernangómez, que ya no volvió a salir a pista.
Willy jugó once minutos en los que anotó seis puntos (3/3 en tiros de campo), capturó dos rebotes, perdió dos balones, cometió cuatro faltas personales para un total de 6 de valoración pero con un -7 con él en pista. El pívot apenas cuenta para Joan Peñarroya y anoche se evidenciaron aún más las diferencias entre ambos.