Casa Josephine, Premio AD 2024 al Interiorista del Año: “No tenemos ni estilo ni guion, pero nuestra base creativa es la cultura mediterránea”

Definir el estilo de de Iñigo Aragón y Pablo López (Logroño y Valladolid, 1974), Premio AD 2018 al Nuevo Talento Campari y fundadores del estudio de interiorismo Casa Josephine, es misión imposible. Y eso que lo hemos intentado. Lo tildamos de encantador y mediterráneo en 2015, cuando nos enseñaron su casa de Madrid; de perfil culto y sosegado en 2021, una de las tantas veces que han formado parte de nuestra lista de talentos AD100; incluso de canalla y atemporal al conocer un piso de 50 m² que habían reformado en El Rastro en 2024. Y aunque todas esas veces teníamos razón –a las pruebas nos remitimos–, lo cierto es que el trabajo de los interioristas acapara un buen puñado de adjetivos más: camaleónico, vernáculo o irreverente, por nombrar solo algunos.

Desde que se dieran a conocer, su universo se ha dejado ver en todos los puntos cardinales y geográficos posibles. Entre sus últimas aventuras se encuentran la reforma de un piso ubicado a unas calles del parque del Retiro, en la capital; la intervención de la Puerta de Goya del Museo Nacional del Prado, junto a la directora creativa y artista floral Sara Uriarte; un pied-à-terre rural en La Losa, un pequeño pueblo de Segovia; e incluso una colección de moda masculina junto a Zara. Juntos, Pablo e Iñigo diseñan interiores, prendas, residencias, lámparas, escenarios, sofás y todo lo que se ponga por delante con el objetivo de concebir espacios que rebosen inspiración. “Buscamos más crear atmósferas que combinaciones de objetos. No tenemos ni estilo ni guion, pero nuestra base creativa es la cultura mediterránea: Grecia, Italia, Francia, España…”, nos dijeron una vez. Y, probablemente, ahí esté la clave. Sin ánimo de ponerles etiqueta alguna, quizá la que mejor les describa sea la de ser incansables.

Conoce algunos de sus proyectos:

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