Cómo limpiar una plancha: métodos caseros
La historia demuestra que planchamos desde antiguo: hace 2.400 años, los griegos ya planchaban usando un cilindro de metal caliente. 2.000 años atrás, los chinos planchaban con sartenes llenas de brasas de carbón. Hace 1.000 años, los vikingos planchaban con una pieza de hierro caliente en forma de seta. Ya en el siglo XVII se empezaron a utilizar planchas de hierro que se calentaban en las brasas con una forma en delta similar a las actuales. Un siglo después, se desarrollaron planchas que tenían brasas de carbón en su interior.
La plancha eléctrica se inventó en 1882, y con sus sucesivas versiones y mejoras, hemos mantenido la ropa libre de arrugas hasta hoy. No obstante, el cambio hacia tendencias de vestir más y más informales y la composición de la ropa, que cada vez contiene más poliéster (un tejido resistente a las arrugas) ha hecho que esta herramienta resulte cada vez menos necesaria. De hecho, existe todo un movimiento destinado a dejar de planchar completamente para evitar las emisiones de carbono asociadas a esta tarea.
Sin embargo, aún existen prendas de tejidos nobles que requieren de un buen planchado para resultar presentables. Para conseguir que se mantengan en el mejor estado posible, y aunque nunca te lo hayas siquiera planteado, es necesario limpiar la plancha de vez en cuando.
¿Por qué es necesario limpiar la plancha?
La acumulación de residuos en la suela de la plancha, como almidón o restos de tela, puede transferirse a la ropa durante el planchado, dejando manchas o brillos indeseados (especialmente, en prendas oscuras).
Además, una plancha limpia calienta de manera más uniforme y eficiente, pues los residuos de los que hemos hablado pueden afectar negativamente a la distribución del calor. Asimismo, la limpieza de este electrodoméstico evita el desgaste prematuro de sus componentes, dado que la acumulación de suciedad y cal puede dañar tanto la suela como el sistema interno de vapor.
¿Cómo limpiar la suela o base de una plancha de ropa?
Hay varias maneras de mantener limpia la base o la suela (es decir, la parte de abajo de tu plancha) con ingredientes caseros. Si no está muy sucia, basta con un trapo húmedo mojado en agua y jabón para frotar la base. No obstante, en el caso de que tenga residuos adheridos, existen dos procedimientos básicos que puedes usar (para mayor seguridad, prueba primero estos métodos en una zona pequeña y mira cómo responde la superficie).