Fray Marc de Aragón
Aragon

Fray Marc de Aragón

El 27 de marzo de 1572, el agustino Fray Luis de León entró de forma cautelar en la prisión de Valladolid, acusado por la Inquisición (y sus patronos los dominicos) de traducir el libro bíblico ‘El Cantar de los Cantares’ a lengua vulgar sin licencia, así como de preferir la versión en hebreo el Antiguo Testamento por encima de la latina, considerada la oficial.

Hasta entonces, tenía la costumbre de arrancar las clases que impartía en la Universidad de Salamanca con la frase “como decíamos ayer”, enlazando así la lección dada en la clase previa. Sin embargo, si una frase tan sencilla ha perdurado cinco siglos, se debe a que también la empleó cuando, tras ser absuelto el 7 de diciembre de 1576, pudo abandonar la prisión y regresar a su cátedra.

No era la misma materia ni eran los mismos alumnos, pero el agustino no varió un ápice su coletilla, dotándola en esta ocasión de un sentido mucho más profundo: quiso hacer ver que el tiempo que le habían encerrado no había existido, dando en los morros -con una extrema sutileza- a los enemigos que habían querido silenciarle para siempre.

En homenaje, el vasco Miguel de Unamuno utilizó la misma frase cuando regresó a su cátedra -también en la Universidad de Salamanca- después de pasar hasta siete años exiliado en Canarias, donde Primo de Rivera le desterró por escribir contra su dictadura.

Un poco menos de tiempo estuvo Marc Márquez desterrado del escalón más alto del podio de MotoGP.

Concretamente, los 1.043 días transcurridos entre el 24 de octubre de 2021 y el 1 de septiembre de 2024.

Marc Márquez logró su tercera y última victoria de 2021 en Misano antes de ser baja por diplopía
Marc Márquez logró su tercera y última victoria de 2021 en Misano antes de ser baja por diplopía

Aquel mediodía otoñal en la Emilia-Romaña, Marc Márquez impartió su última gran lección dominical de motociclismo en el Misano World Circuit Marco Simoncelli, ganando con casi cinco segundos de ventaja sobre su compatriota Pol Espargaró, todo ello después de la caída de Pecco Bagnaia cuando lideraba.

Era su 59ª lección en la categoría reina desde aquella inicial que impartió el 21 de abril de 2013 en el trazado texano de COTA, batiendo a su compañero Dani Pedrosa, con Jorge Lorenzo tercero.

Durante muchísimos años, Marc Márquez impartió decenas de lecciones de la más diversa índole, ganándose por derecho propio un hueco entre los mejores de la historia. Llegó incluso a encadenar diez lecciones allá por 2014, cuando el resto de sus colegas de profesión no pudo hacer otra cosa que admirar su talento.

Todo cambiaría aquel 19 de julio de 2020 en Jerez, cuando una escalofriante caída dio paso a un calvario cargado de altibajos, primero con su hombro, más tarde con sus ojos y después con su moto. Así, tras una primera sequía de 581 días, logró tres victorias y volvió a secarse durante casi tres años.

Hasta que llegó a su Wonderwall particular: el muro de Aragón. Allí encontró su propio oasis y puso fin a su peor desierto ganando su primer sprint y rematando con su sexagésima victoria.

La cuestión es que no fue una victoria cualquiera.

— MotoGP™🏁 (@MotoGP) September 1, 2024

Y no solo por el qué (el fin de la sequía), sino por el cómo. Podría haber ganado cuando completó su propio círculo en Jerez en un mano a mano ante Pecco Bagnaia, lo cuál hubiera sido bastante épico. También en Le Mans, si se hubiese decidido a atacar antes al italiano para después tratar de hacer lo propio con Jorge Martín. O incluso en ‘su’ Sachsenring, si además de Martín también se hubiera caído Bagnaia.

Pero no hubiera sido lo mismo.

En Motorland, Marc Márquez hizo algo más que ganar.

Demostró que ha vuelto. Que esa cárcel en la que se vio encerrado entre los barrotes de la RC213V y su propio hombro ya es historia. Que los años de destierro -repartidos entre quirófanos, la mitad del pelotón o los dos escalones inferiores del podio- ya han quedado atrás.

Lo que hizo Marc Márquez fue mucho más allá de embolsarse 37 puntos.

Marc Márquez entra en meta ante el delirio del Gresini, MotoGP Aragón 2024
Marc Márquez entra en meta ante el delirio del Gresini, MotoGP Aragón 2024

Quizás tuviese algo que ver con que, al igual que sus victorias 1 y 59, la 60ª fuese por delante de un compatriota y compañero de marca, con un piloto de otra firma completando el podio. O quizás tenga algo que ver la conexión histórica entre los reinos de Castilla y de Aragón.

El caso es que, en Motorland, Marc Márquez se subió a la palestra y ofreció una lección de puro motociclismo. De ese motociclismo en el que, cuando la pista se pone complicada, la electrónica titubea y son las manos y el cuerpo las que tienen que arañar esas últimas décimas que separan a los llamados de los elegidos.

En el circuito donde hay una curva a su nombre, Marc Márquez se presentó ante su cátedra con otros alumnos y otras materias muy distintas a las que dejó allá por 2021 y, encabezando un podio simbólico en el que batió a los pilotos que representan el presente (Jorge Martín) y el futuro (Pedro Acosta) del motociclismo español, con una extrema sutileza dio en los morros a todos los enemigos que le habían querido silenciarle.

Como si los 1.042 días anteriores no hubiesen existido nunca, se apagó el semáforo, Marc Márquez se dio la vuelta y, con una calma inusitada, declaró con una media sonrisa:

“Como decíamos ayer”.

DEJA UNA RESPUESTA

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *