La tecnología está cambiando el sector de la vivienda. Y no solo en su forma de construir con la incorporación de diferentes herramientas y sistemas tecnológicos o en su comercialización para ver auténticas recreaciones en 3D o de realidad aumentada, que permiten experimentar cómo será vivir en ese piso, aunque eso sí, de manera virtual.
Los cambios también se están produciendo en la contratación de las hipotecas con la irrupción de las hipotecas 3.0 o hipotech. Unos términos con los que se alude a los préstamos hipotecarios que se contratan a través del canal online. Este segmento, el de las hipotecas online, sigue en expansión, en gran parte, de la mano de las nuevas generaciones. En concreto, el 60% de los perfiles digitales acude a Internet.
Y, ¿por qué están teniendo este auge las hipotech? ¿Son realmente más ventajosas que las hipotecas que se contratan por el canal convencional en una oficina o sucursal bancaria? Varios son los factores que hay que tener en cuenta.
Entre los puntos más ventajosos de las hipotecas 3.0 está la mayor accesibilidad del cliente a la financiación, así como la inmediatez. También hay más seguridad jurídica porque toda la documentación se envía por escrito de manera online a la persona que solicita la financiación, mientras en una oficina la mayor parte de la información es verbal.
Sin embargo, hay otra serie de aspectos que se deben tener en cuenta antes de tomar la decisión de contratar una hipoteca online o en una oficina. El primero de ellos se centra en los tipos de interés, que difieren entre el canal online y físico.
En general, se observa que la oferta hipotecaria en las páginas webs tienen tipos de interés más altos que los préstamos hipotecarios en oficina, que suelen ofrecer mejores condiciones, pero porque llevan productos vinculados como la contratación de seguros, planes de pensiones, planes de ahorro o algún producto de inversión. Es decir, en oficina es habitual que se ofrezca un producto bonificado. Y, aunque el tipo de interés parece más bajo por esa bonificación, al contratar otros productos, finalmente resulta más caro.
Esta vinculación no existe en el canal online en el que también se pueden encontrar hipotecas con y sin bonificación y sin condiciones adicionales, favoreciendo una toma de decisiones más informada, según se recoge en el ‘Análisis de la oferta hipotecaria actual online e impacto de las medidas de ayuda hipotecaria’, realizado por Aicar-Adicae.
Comparadores
La forma de contratación también difiere. Mientras en la oficina, se tiene un comercial, la hipotech se puede contratar de tres formas. Una de ellas es a través de páginas webs que son comparadores hipotecarios. En este caso, la persona no tiene que pagar por recibir información sobre los préstamos hipotecarios más adecuados para su operación de financiación de la vivienda.
No obstante, hay que saber que los comparadores se financian con las comisiones, pagos a fin de contrato o acuerdos que establecen con las entidades bancarias cuyos productos hipotecarios comparan, aunque hay entidades que no están dispuestas a pagar.
Y esto es un aspecto a tener en cuenta porque la información que se ofrezca puede que no sea fiable si solo el comparador funciona con las entidades que le pagan o mantiene acuerdo. Un motivo por el que estos comparadores de hipotecas deben presentar, al menos, tres ofertas, según la legislación vigente para garantizar su independencia. Además, para saber si el comparador es seguro, conviene hacer la comprobación con el Banco de España, ya que tienen que estar autorizados.
Y otro factor a tener en cuenta en estas páginas de los comparadores es que la información que la persona facilita inicialmente es muy genérica, siendo necesario desglosarla para trasladarla a la entidad financiera.
Brokers
Otra forma para contratar la hipotech es a través de brokers hipotecarios, que actúan como gestores o intermediarios, proporcionando un servicio personalizado, con también un mínimo de tres ofertas.
Y, aquí hay que tener cuidado si no se tienen muchos recursos económicos porque el cliente adquiere un compromiso de pagar una cantidad que, puede comprenderse entre los 3.990 euros y los 4.5000 euros. También hay algunos que cobra el 1% del precio de la vivienda.
Este coste es más desorbitado y su pago queda comprometido al firmar para tener propuestas interesantes de financiación hipotecaria. Son opciones más recomendables para personas con cierta solvencia o bien cuando se busca una financiación superior al 80% del precio de la vivienda.
Webs financieras
La tercera opción es la contratación online a través de la web de una entidad financiera. Actualmente, todas ellas suelen tener un simulador de las cuotas en función del precio de la vivienda, importe que se necesita para financiarla, años de amortización, si es o no vivienda habitual…, entre otros parámetros.
En este caso, se trabaja con una información más general del cliente, que debe ser más específica en un segundo paso para la contratación y cerciorarse de su capacidad económica. A continuación, es habitual que contacte un comercial por vía telefónica para cerrar la operación, que culmina en la formalización del préstamo, normalmente en notaría.
Y, sobre todo, cuidado con una cuestión: aunque haya que ir al notario, se entiende que se comprende lo que se firma y que se está de acuerdo con las cláusulas establecidas. Igualmente, con la firma telemática.